lunes, 20 de febrero de 2012

El MAT celebró su octavo aniversario con el Premio de Pintura Julio Fajardo




En el marco de su  8° aniversario,  el Museo de Arte del Tolima con el auspicio de la Gobernación del Tolima, llevó a cabo la premiación e inauguración del Premio de Pintura Julio Fajardo, realizado en aras de promover y fortalecer las artes plásticas en la región.  En su primera versión, el Premio contó con la participación de más de 100 artistas vinculados con el departamento del Tolima ratificando el éxito de la convocatoria y la necesidad de crear nuevos circuitos de exhibición y proyección para los artistas locales.

En la jornada de premiación, el jurado  integrado por la historiadora y crítica de arte Natalia Vega, el curador Rafael Pérez y Pérez y el artista Alfonso Álvarez  dieron a conocer los criterios para la selección de la obra ganadora y las dos menciones teniendo en cuenta en primer lugar, el cumplimiento de las cláusulas de la convocatoria, específicamente la técnica, en este caso la pintura en sus diversas manifestaciones formales. Por otra parte,  se tomó en consideración la propuesta temática y conceptual como manifestación de la originalidad y trascendencia plástica de las obras que pudieron resultar adquiridas como acervo del Museo, y por último se tuvo en cuenta la diversidad de expresiones como punto de partida a la inclusión de las voces que representan el amplio aspecto generacional, así como de género, sin que el mismo afectara los resultados.

Bajo estas consideraciones, el jurado seleccionó como ganador del concurso a la artista Raquel Paz Bermúdez con la obra ‘Oriza Sativa’, y las dos menciones correspondientes ‘Nadie se baña dos veces en un mismo río’, del artista Andrés Alarcón y ‘Piruetas’ del artista Daniel Mantilla. Además de los reconocimientos establecidos en la convocatoria, el jurado otorgó cuatro menciones honorificas debido a la amplia  participación y calidad plástica de los trabajos presentados, “No más secuestrados, no más violencia” de la serie rostros de la violencia del artista Ricardo Ángulo Díaz Granados, “Los hijos del campo” del artista Mario Fernando García, “Las Venus del mercado” del artista William Ospina y “Entre feministas y hombres perfectos” del artista Nicolás Andrés Beltrán.

Oriza sativa




Oriza sativa es un intento de recuperación de la memoria de la artista. Sus recuerdos están ligados directamente a los cultivos de arroz y al verde Tolima  que desde su niñez forma parte de su identidad y de su amor por la tierra. La obra además la componen los recuerdos del desastre natural de Armero ocurrido en 1985 cuando Raquel era aún una niña. Con pocos colores, esta artista tolimense representa su memoria y  confunde los verdes campos de arroz con  los espesos caminos de lodo.

“Oryza Sativa I y Oriza Sativa II corresponden a un proceso mental en el cual la memoria es develada como elemento fundamental, siendo este el origen de la obra. Entendemos aquí que ese proceso no sólo obedece a una imagen, también obedecen un efecto sinestésico. Al observar los cuadros casi que podríamos  afirmar que a través del color oímos el rasgar viento sobre los surcos del arroz o la fuerza de la avalancha que sepulta los cuerpos” comenta Clara Inés Gamboa Ramírez, escritora colombiana, licenciada  en Ciencias Sociales Universidad Distrital. 

Raquel Paz Bermúdez  nació en Mariquita en el año 1976. Vive de cerca la tragedia de Armero cuando es niña y se traslada con su familia a Bogotá donde termina su formación básica e ingresa a la Facultad de Artes de la Universidad Nacional. Allí  recibe el grado de Maestra en Artes Plásticas con Profundización en Imagen Pictórica en 2003. Sus temas de identidad y memoria han recorrido técnicas como el dibujo y la fotografía, pero es indudablemente la pintura en lo que más se ha especializado no solo en la práctica sino como objeto de estudio, reflexión y enseñanza, ya que paralelo al desarrollo de su obra, la pedagogía ocupa un lugar importante en su desempeño profesional.

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